jueves, 3 de diciembre de 2015


La formación de una conciencia histórica.

En el texto “Reflexiones sobre la historia que se enseña”, Andrea C. Sánchez Quintanar comenta que: “El conocimiento y la conciencia históricas están en crisis en nuestro país y en el mundo en general” considera a los centros escolares como constructores de un sentido común en las nuevas generaciones.

 

Actualmente, se pretende normar representaciones y formas de vida para homogeneizar a los individuos, hacerlos semejantes, al menos en sus aspiraciones, aunque no en sus realidades concretas.

Se enseña y se aprende a rendir culto a lo efímero sobre lo permanente y a lo aparente sobre lo verdadero, esto marca la forma en que el ser humano se relaciona con el pasado, vive el presente y espera vivir el porvenir.

Se presenta a la escuela como formadora de estereotipos patrióticos y lugares comunes, tiempos y espacios inamovibles donde no se dialoga con la historia. Para lograr una enseñanza diferente de la historia, la edición de nuevos y distintos libros de texto y la formación de los maestros encargados de impartir la materia, para que pongan en práctica todas las herramientas intelectuales de los alumnos que les permitan comprender esta disciplina, no satanizar a la memoria si se trata de una memoria activa y selectiva acompañada de reflexión, de construcción del conocimiento y de comunicación de juicios lógicos y verdaderos.

La historia, al convertirse en materia de enseñanza, expresa valores, ideas, concepciones del mundo, prácticas; Los autores parten de la concepción de la historia como un saber que ayuda al ser humano a entender y actuar con mayor conciencia.

Los profesores, más que los alumnos, son señalados, en este ensayo, como los principales responsables del desinterés por aprender historia.

El maestro debe ser historiador y estar capacitado, didáctica y metodológicamente, para impartir sus cursos, con base en un conocimiento integral del material humano con el cual trabaja; también debe conocer las formas de la investigación histórica, las nuevas propuestas didácticas de la pedagogía y la psicología, además de saber aprovechar los recursos que ofrece la tecnología para mejorar la enseñanza.

 

Es importante mencionar que mediante el aprendizaje significativo que se origina en la vida cotidiana de los actores involucrados en ese proceso, son capaces de incorporar nuevo conocimiento al que ya poseen. Vivimos en un mundo global en vías de integración, pero compuesto, contradictoriamente, por múltiples formas de organización social que están en permanente cambio y construcción, constituidas alrededor de ejes locales distintos que cambian y que se relacionan unos con otros. En este panorama ¿Qué vamos a hacer quienes nos dedicamos a la enseñanza de la historia? Esa es la pregunta que engloba la función del docente en Educación Primaria y mediante la cual se tiene que reflexionar para impartir la materia de Historia y que los alumnos logren adquirir mediantes las estrategias y recursos que el maestro implemente la conciencia histórica.

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