sábado, 12 de diciembre de 2015





Fuentes primarias y secundarias de la historia.
Las fuentes históricas constituyen la materia prima de la Historia. Comprenden todos los documentos, testimonios u objetos que nos trasmiten una información significativa referente a los hechos que han tenido lugar, especialmente en el pasado.
El historiador trabaja las fuentes históricas (“las interroga y contrasta”) para obtener de ellas la mayor información posible. Asimismo debe atender a su variedad, realizando una adecuada selección de las mismas. En sentido general, las Fuentes históricas son de dos tipos:
 
Fuentes primarias. Son las que se han elaborado prácticamente al mismo tiempo que los acontecimientos que queremos conocer. Llegan a nosotros sin ser transformadas por ninguna persona; es decir, tal y como fueron hechas en su momento, sin ser sometidas a ninguna modificación posterior.
 
Fuentes secundarias. Se denominan también historiográficas. Son las que se elaboran a partir de las Fuentes primarias: libros, artículos...



Aspectos de la utilización de las fuentes históricas.
La fundamentación, se refiere a la fuente histórica de la que parte el investigador.
 
La demostración, es el trayecto que se sigue en la investigación. No basta con contar con una base sólida, se necesita desarrollar adecuadamente la investigación.
 
La verificación, se refiere a que una vez concluida la investigación histórica deberá ponerse a consideración del lector el lugar exacto de donde se obtuvieron las fuentes consultadas, esto permitirá contar con la confiabilidad necesaria y la suficiente certeza de que los resultados son producto de una investigación seria y científica.
 

miércoles, 9 de diciembre de 2015


La nueva enseñanza de la historia.

Dra. Ma. del Rosario Soto Lescale.

La educación puede ser un proceso de transformación del individuo, Si la Historia se aprendiese como el estudio de “lo socio histórico”, permitiría que el estudiante se dimensionara en el tiempo presente, valorar posibilidades y reconocer utopías al posibilitar que reconozca lo que hemos sido como sociedad. La globalización, en su afán homogeneizador, intenta ubicarnos en un tiempo sin duración, sin identidad y en una historia sin actores, al no reconocer las similitudes y las diferencias culturales.
Por eso, debemos promover que el estudiante se forme como un sujeto, social e histórico, comprometido con su responsabilidad en el proyecto social y no sólo en su quehacer profesional, útil al mercado. “Enseñar lo socio histórico” resulta sinónimo de enseñar a analizar,  a reflexionar, a ser crítico, utilizando como material los movimientos  sociales, Debemos de enseñar que la historia es más que los héroes y sus proezas, desde la corriente de los Annales, la Historia no es sólo historia de las mentalidades, ni es una historia antropológica, económica, política, sino que lo es de todo, hasta de la cultura misma y considera todo lo que le sirva para explicar los hechos humanos, conservando su característica esencial, lo analítico de los hechos.
Se tiene que partir del enfoque pedagógico constructivista, considerando la enseñanza como un proceso diferente al de aprendizaje, y partir de un problema, problematizar la historia. A continuación se presentan algunas estrategias que aprovechan la faceta lúdica que muchas veces negamos pero que a todos nos gusta.
NOTICIAS: Leer o escuchar las noticias para después dar seguimiento, mediante el periódico a la misma.
 VISITAR UN MUSEO: Así pues, el punto inicial es aprender a observar y pensar en consecuencia.
EXPOSICIÓN DE UNA SERIE DE FOTOGRAFÍAS FAMILIARES: de distintos lugares de México y épocas.
BIOGRAFÍA: Se indagan diversos conceptos de “Historia”, y se van anotando en el pizarrón, agrupándolos por corriente, se pide analicen semejanzas y diferencias.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 3 de diciembre de 2015


La formación de una conciencia histórica.

En el texto “Reflexiones sobre la historia que se enseña”, Andrea C. Sánchez Quintanar comenta que: “El conocimiento y la conciencia históricas están en crisis en nuestro país y en el mundo en general” considera a los centros escolares como constructores de un sentido común en las nuevas generaciones.

 

Actualmente, se pretende normar representaciones y formas de vida para homogeneizar a los individuos, hacerlos semejantes, al menos en sus aspiraciones, aunque no en sus realidades concretas.

Se enseña y se aprende a rendir culto a lo efímero sobre lo permanente y a lo aparente sobre lo verdadero, esto marca la forma en que el ser humano se relaciona con el pasado, vive el presente y espera vivir el porvenir.

Se presenta a la escuela como formadora de estereotipos patrióticos y lugares comunes, tiempos y espacios inamovibles donde no se dialoga con la historia. Para lograr una enseñanza diferente de la historia, la edición de nuevos y distintos libros de texto y la formación de los maestros encargados de impartir la materia, para que pongan en práctica todas las herramientas intelectuales de los alumnos que les permitan comprender esta disciplina, no satanizar a la memoria si se trata de una memoria activa y selectiva acompañada de reflexión, de construcción del conocimiento y de comunicación de juicios lógicos y verdaderos.

La historia, al convertirse en materia de enseñanza, expresa valores, ideas, concepciones del mundo, prácticas; Los autores parten de la concepción de la historia como un saber que ayuda al ser humano a entender y actuar con mayor conciencia.

Los profesores, más que los alumnos, son señalados, en este ensayo, como los principales responsables del desinterés por aprender historia.

El maestro debe ser historiador y estar capacitado, didáctica y metodológicamente, para impartir sus cursos, con base en un conocimiento integral del material humano con el cual trabaja; también debe conocer las formas de la investigación histórica, las nuevas propuestas didácticas de la pedagogía y la psicología, además de saber aprovechar los recursos que ofrece la tecnología para mejorar la enseñanza.

 

Es importante mencionar que mediante el aprendizaje significativo que se origina en la vida cotidiana de los actores involucrados en ese proceso, son capaces de incorporar nuevo conocimiento al que ya poseen. Vivimos en un mundo global en vías de integración, pero compuesto, contradictoriamente, por múltiples formas de organización social que están en permanente cambio y construcción, constituidas alrededor de ejes locales distintos que cambian y que se relacionan unos con otros. En este panorama ¿Qué vamos a hacer quienes nos dedicamos a la enseñanza de la historia? Esa es la pregunta que engloba la función del docente en Educación Primaria y mediante la cual se tiene que reflexionar para impartir la materia de Historia y que los alumnos logren adquirir mediantes las estrategias y recursos que el maestro implemente la conciencia histórica.